Priscila Vezzit Ferreira

Priscilla Vezzit Ferreira – Arte trascendental
El arte es un instrumento de expresión y comunicación. A través de colores, sombras y contrastes compartimos pensamientos, causas y sentimientos. Despertar conciencias, generar controversias, crear impacto. En un mundo extendido y globalizado, donde la apariencia y la percepción valen más que los hechos y los hechos, el Arte se impone como el grito de los amordazados, revelando lo que cada ser humano lleva dentro: miedos, sueños y amores. Una pintura es mucho más que un objeto. Es la traducción en imagen de lo que admiramos, de lo que aprendemos y de lo que ni siquiera sabíamos que sentíamos.
Esta síntesis es la que nos trae la artista visual Priscilla Vezzit en su llegada al Universo Artístico, con un brillo irresistible y enorme impacto. Su trabajo concilia forma, técnica y contenido de una manera que nos resulta simplemente imposible permanecer indiferentes. Autodidacta, Priscilla supo desde temprana edad que seguiría el camino artístico. El largo viaje que comenzó en Brasil, continuó con una etapa portuguesa hasta llegar a Francia, donde actualmente reside. Dominando los misterios de la fotografía y trabajando con el turismo, Priscilla viajó por todo el mundo registrando magistralmente los paisajes de cada país que visitó. Después de retratar el mundo, llegó al Arte Digital. Y ahora crea sus propias imágenes, que ya prometen innumerables giras por el mundo, anticipadas por la enorme curiosidad del público que la descubre en Internet.
Sus obras se caracterizan por los colores, a veces vibrantes, a veces traslúcidos, y una fuerte presencia de la temática femenina. Pero hay algo más. Más que imágenes “bellas” o llamativas, siempre hay un mensaje, un contenido emocional que refleja las propias convicciones de Priscilla. Están el amor a la Naturaleza y el reflejo de la condición humana. En una atmósfera onírica, creada alrededor de la figura humana, lleva al observador a la frontera entre el sueño y la realidad.
La experiencia de esta búsqueda de nuevas tierras, culturas y técnicas refleja una madurez temprana. Es interesante notar que de vez en cuando aparecen mariposas en sus composiciones. Desde Egipto hasta Dalí, las mariposas han estado presentes como símbolo de belleza, pero más que eso, de inmortalidad, renacimiento, transformación y evolución. Una metáfora para que nosotros también pasemos de nuestra fase de “oruga” a una fase de “mariposa”. Priscilla Vezzit Ferreira, con sus imágenes, nos da alas y nos invita a vuelos más altos.
En su propio arte, que es, ante todo, trascendental.